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Foto del escritorJean Carlo Portillo Magaña

"She Hulk" y su panfleto feminista


El jueves 18 de agosto se estrenó en la plataforma de streaming de Disney Plus la nueva serie de Marvel Studios que pretende y pinta ser la serie más feminista de todo el Universo Cinematográfico de Marvel. Medios de comunicación como lo es el portal Glamour, se refieren a la serie como una serie creada por y para mujeres.


Resulta sumamente preocupante que los nuevos productos cinematográficos, incluidas las series, estén cada vez más llenos de propaganda progresista; y más aún, que esta propaganda vaya pareciendo cada vez más normal para los espectadores, sobre todo los nuevos o de menores de edad.


El caso de She Hulk resulta preocupante por muchos motivos, uno de los principales es la constante destrucción de un personaje como Hulk, creado por Stan Lee y Jack Kirby; y cuya primera aparición en pantalla tuvo lugar en el año 1978 siendo interpretado por el actor Bill Bixby. Todos conocemos al menos los detalles básicos de la historia detrás del personaje dotado de súper fuerza con un aspecto verde atemorizante que sale a la luz cuando el Doctor Bruce Banner se estresa o enoja lo suficiente como para dejar salir al gran monstruo verde.


Pero no muchos conocen la historia detrás de su homóloga femenina creada por Stan Lee y John Buscema en 1980. Es por eso que a mucha gente puede parecerle normal la manera en la que se desenvolvió el primer capítulo de la serie dirigida por Kat Coiro, quien llegó a declarar lo siguiente con respecto a esta serie:


“Estamos llevando esta imagen de una mujer enorme y poderosa a un público más amplio, es muy emocionante pensar en lo que representará para las nuevas generaciones de niñas… Realmente espero que sea entretenida y divertida, pero después de haberla visto que la gente se siente y diga -‘Dios, esto me ha hecho pensar en algunas cosas que no había pensado antes, y me ha hecho ver las cosas a través de una nueva lente’”


Parecen inofensivas estas palabras a simple vista, ¿cierto?; pero basta con prestar atención a sus palabras finales cuando se refiere a mirar las cosas con una nueva lente, es decir, con una nueva perspectiva, ¿Cuál perspectiva?, la perspectiva de género claro; y esto de ninguna manera es un invento mío, si prestamos atención a los dichos de otra mujer miembro del elenco como lo es Ginger Gonzaga, actriz que le da vida al personaje de Nikki Ramos tendremos una idea más clara de lo que pretenden lograr con esta serie, leamos:


“Conozco muchas mujeres fuertes y amo verlas en mi vida, amo ver mujeres crecer y evolucionar y amo ver cómo de cierta forma eso pasa en la pantalla. Estaré emocionada por el día en que sea un matriarcado”


¿Lo ves?, el matriarcado es el ideal, el feminismo es el medio y las herramientas son los actores del elenco. Si ya pudiste ver el primer y único capítulo estrenado hasta ahora te habrás percatado de la pronta y evidente inclusión de la perspectiva feminista. Y es que apenas en el primer minuto, si, el primero minuto de la serie, ya nos abordan con una de las principales banderas con las cuales las mujeres miembros de la marea verde muestran sus quejas, el llamado “mans plaining”, el “hombre explicando”; esto sucede cuando Jennifer Walters, una abogada que posteriormente se convertirá en la heroína verde interpretada por Tatiana Maslany está ensayando sus alegatos finales para defender a su cliente que aún no nos presentan.


En esta escena su compañero la interrumpe constantemente insinuando que él podría hacerlo mejor, aparte de que a él lo tomarían más en serio. Esta y todas las demás situaciones abordadas en el capítulo no son coincidencia, no están ahí para contar una historia solamente, si fuese así no habría ningún problema, pero es más que evidente que todo está puesto ahí por una simple y sencilla razón; impulsar la causa feminista.


Más tarde en el capítulo veremos cómo gracias a un accidente que provoca que Jennifer y su primo Bruce choquen mientras van en carretera, obliga a Jennifer a rescatar a su primo, causando en el acto que la sangre goteando del brazo de Bruce caiga sobre el cuerpo de su prima y así la contamine con su sangre afectada por los rayos gamma. En los comics es Hulk quien salva a Jennifer transfiriendo su sangre al cuerpo de su prima, pero acá es Jennifer quien rescata a su primo y la transfusión ocurre por mero accidente.


Por si no fuera poco inmediatamente después tiene lugar una escena situada en un restaurante bar en medio de la avenida donde Jennifer se encuentra en el baño con su ropa rota, sucia y con algunos moretones; es así como un grupo de mujeres al ingresar al sanitario la notan, y en tono preocupado y llenas de seguridad suponen que Jennifer se encuentra así debido a un hombre que le ha hecho daño. Ya cumplieron con la cuota del mansplaining, ya cumplieron con la cuota de la sororidad, les falta el acoso callejero; el cual sucede justo después de que Jennifer sale del restaurante y se ve increpada por un grupo de hombres haciéndole comentarios incómodos, comentarios que provocan la ira de la protagonista que estuvo a punto de hacerles daño convertida en She Hulk; y digo a punto porque Hulk llega al rescate y se la lleva a una playa mexicana a hacerle un par de experimentos para conocer mejor su poder.


En esta secuencia de escenas donde Bruce la hace las pruebas a su prima, acontecen una serie de conversaciones entre ambos que insinúan constantemente la superioridad de She Hulk sobre Hulk, desde la capacidad de la sangre de Jennifer de curar el brazo lastimado de Buce, brazo que llevaba así de los hechos ocurridos en Avengers End Game; hasta la ausencia de un alter ego, si, escuchaste bien, a diferencia de Bruce, Jeniffer no tiene un otro con quien luchar y reprimir dentro de ella cuando se estresa o enoja.


Si volvemos a los comics, es el doctor Michael Morbius quien logra sintetizar una especie de suero que le permite a Jennifer Walters poder seguir siendo Jennifer Walters cuando utiliza sus poderes y que no le ocurra lo que a su primo le tomó años dominar y fusionar, tener otro sujeto dentro de ella.


Pero esto no es lo realmente impactante, lo que favorece otra introducción forzada más del discurso feminista es la conversación que Jennifer tiene con Bruce mientras hacen yoga, ella le explica que no tiene que aprender a controlar su ira o su estrés porque es una mujer, y prácticamente un mujer vive con esos sentimientos; porque claro, los hombres no tenemos ninguna situación donde tengamos que dominar el estrés o la ira, ¿verdad?. Acá no les importó en nada todo lo que ha pasado Bruce Banner a lo largo de estos años, es Jennifer la que tiene verdaderos problemas. Cuota de empoderamiento cumplida.


Todo lo anteriormente mencionado, sumado a la forma de pensar de los miembros del reparto y la dirección de la serie, aparte de tener que mostrar a Hulk como un verdadero inútil, resultan en una serie que mucho tiene de progre y poco tiene de seria. Necesitaron minimizar los problemas de Hulk, reducir su fuerza, acortar su importancia y anular su masculinidad poderosa e intimidante a la hora de ser el gran monstruo verde que todos conocemos para poder sacar a pantalla a una mujer que no tiene lo verde por fuerte o asombrosa, sino por feminista.



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