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Foto del escritorDavid Agustín Belgodere

La Fiesta Brava, tradición y libertad

Durante meses el debate sobre la cancelación de las corridas de toros en la CDMX dividió opiniones. Por un lado, los antitaurinos, radicales que abrazan la Agenda 2030 y al animalismo como religión, y los taurinos, que defienden una tradición y la libertad de disfrutar de un espectáculo cultural de este tipo. Sin duda, este tema dejó ver las posturas de los globalistas, quienes atacan las tradiciones, costumbres y la soberanía de las naciones, y quienes resisten a dicha tendencia.



Dicho lo anterior, considero fundamental, a fin de preservar los lazos que nos unen como Nación, cuidar, promover, alentar, abrazar y fomentar nuestras tradiciones. En este sentido, vale la pena recordar que en México se practica la tauromaquia desde el año 1526 (24 de junio, como festejo por el regreso de Hernán Cortés de las Hibueras), como documenta el historiador José Francisco Coello Ugalde, y se legalizó en el año de 1529 (13 de agosto, en lo que hoy es el Zócalo, a fin de celebrar la Fiesta de San Hipólito), como documenta el INAH, por lo que es la actividad cultural de asistencia masiva más antigua de nuestro país. Por ende, la Fiesta Brava es una parte inalienable de nuestra identidad, por lo que con su libre práctica conservamos el patrimonio cultural de cientos comunidades.

  Además, de modo periférico a la tauromaquia, se desarrollan actividades como la ganadería, la industria, el turismo, la manufactura, las artesanías, entre otras; lo que impulsa la economía y genera miles de empleos. La tauromaquia es una industria que genera más de 5 mil 500 mdp, pues casi 4 millones de personas disfrutan de sus festejos cada año.

  La Fiesta Brava es una actividad de preservación, pues sin ella el toro de lidia y 200 mil acres de tierra (en México) para su crianza no existirían. Como datos: Menos del 10% del ganado bravo se sacrifica en una plaza de toros, éste puede ser domesticado y es alimentado sin producto químico alguno; además, su carne es comestible y éste vive en grandes extensiones de tierra y con una gran calidad de vida.

  Este tipo de elementos, junto con la expresión de la mexicanidad, son fundamento para las diversas declaratorias de Patrimonio Cultural Inmaterial que tiene La Fiesta Taurina, Fiesta de Toros o Fiesta Brava en entidades como Zacatecas, Guanajuato, Tlaxcala, Aguascalientes, entre otros estados, y algunas de carácter internacional.

  A pesar de lo anterior, el animalismo radical ha generado una falsa narrativa en la que pone en el terreno del “maltrato animal” a la Fiesta Brava, vendiendo un discurso simplón, pero perverso, en el que “el ser sintiente” es “sujeto de derecho”, aunque no se le puedan atribuir obligaciones (mismas que solamente se le pueden atribuir a las personas y/o a sociedades formadas y/o compuestas por humanos). Seamos serios, dichas afirmaciones son absurdas y nacen de la total ignorancia. Por ejemplo, es falso que un animal sufra, como ellos aseguran, pues si bien llegan sentir dolor, el sufrimiento es aprendido y relativo y conlleva elementos de intelectualidad y racionalidad propios del ser humano. Entendamos algo, al decir que un animal es “sintiente” (palabra inexistente fuera de los vocablos wokes) y sufre, estamos asegurando que el animal tiene cualidades que son exclusivamente humanas, por lo que se igualaría a nosotros, restándonos valía y deshumanizándonos. Además de que la muerte por sable no es traumática, pues se da por desangramiento, por lo que animal sólo siente sueño antes de morir.

  Entendamos que los que atentan contra la Fiesta Brava, son los mismos que quieren imponerte (violentando tu libertad de percibir la realidad de modo objetivo) sus autopercepciones, que buscan que hombres vestidos de mujeres entren a los mismos baños que tu madre, hermanas e hijas, y que “luchan” por hormonizar y mutilar a los niños, que ellos llaman “infancias trans”, o sea, son los mismos que atentan contra nuestros valores y nuestra niñez. Más allá de que te guste o no la tauromaquia, entiende el fondo de la lucha antitaurina y verás que lo que realmente impulsa es una agenda de deshumanización.

  Por último, es claro que debemos oponernos a resoluciones y/o actos de autoridad que atenten en contra de una tradición de centenares de años y en contra la libertad misma. Las ideas de unos cuantos y sus actos de cancelación, no pueden estar por encima de nuestras tradiciones y, mucho menos, de nuestra libertad.

 

 

08/03/2024



David Agustín Belgodere

f. /AgustinBelgodereBogus


Facebook: https://www.facebook.com/AgustinBelgodereBogus


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