Coincido con aquellos grupos que definen el acceso a la educación como un derecho fundamental, que otorga a la persona la oportunidad de desarrollar sus capacidades intelectuales, personales y profesionales en un plano trascendental. Pero igualmente no solo es definir dicha acción, sino procurar la existencia de “piso parejo” para todos, que la comprensión de hombres y mujeres en el terreno educativo -así como en la vida- sea de forma complementaria, cada uno con sus capacidades distintas que, en conjunto, se convierten en la riqueza natural del hombre.
Por tanto, el objetivo del sistema educativo debe ser la formación de ciudadanos responsables y comprometidos con el país. No podemos exigir menos que eso a la SEP.
Considero que toda acción política en materia educativa debe integrar 4 aspectos fundamentales:
1. Una educación personalizada, donde el alumno se ubica en el centro del proceso de enseñanza aprendizaje y cuenta con el respaldo de los demás actores involucrados.
2. Todo lo medible puede mejorar, por tanto, es primordial contar con diagnósticos que nos indiquen cómo vamos y qué hacer para avanzar.
3. La educación debe ser incluyente y fomentar la participación de todos los actores involucrados en el proceso de formación académica.
4. La educación debe fundamentarse en un sentido antropológico y -me atrevo a decir- cristino (de la vida). Recordemos cada estudiante es un proyecto de vida, no así un número o matrícula.
Por tanto, la postura que recientemente ha tomado la Secretaría de Educación Pública sobre la integración de contenidos progresistas e ideológico “de izquierda” resulta absurda y vacía, más cuando no existe un compromiso real con el desarrollo integral de los estudiantes y sus familias, debido a que únicamente se incentiva el conformismo.
La educación bien entendida debe permitir a todos los estratos sociales el acceso a una mejor calidad de vida, y de este modo, abonar al desarrollo humano. Además, debe satisfacer la búsqueda de la vocación personal, comprometida con la creación de soluciones a los problemas del mundo; abonar al Bien Común a partir de comprender nuestra existencia en esta tierra.
Finalmente, el compromiso más grande que debe realizarse en el rubro es la búsqueda de una sociedad justa y libre, que anhele la belleza de la vida y la verdad de nuestra realidad, donde se integre de forma correcta el saber ser, que nos permita cuestionar ¿estamos formando correctamente y de manera justa a las nuevas generaciones para que sean buenas personas?
#EscuestiónDeEducación y lo será siempre.
Por Alexis García
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